Es cierto que el propio Huntelaar ha desmentido que quiera marcharse del cuadro blanco, pero también lo es que se lo haya planteado. Cualquiera en su situación hubiera hecho lo mismo. Klaas llegó al Real Madrid con el objetivo de explotar en el campo, no en el banquillo. Aterrizó en la capital de España como el sucesor del lesionado Van Nistelrooy y cobijado bajo la ilusión de todo el madridismo, una ilusión que el propio Juande Ramos se ha encargado de apagar.
Como ya dije en otro artículo hace dos semanas, Huntelaar podría ser, desgraciadamente, uno de los sacrificados este verano si el ex técnico del Tottenham no le da un voto de confianza. El tulipán necesita minutos para demostrar su valía, para demostrar que puede ser uno de los jugadores más determinantes del panorama europeo.
Gracias a Juande, nadie sabe cómo juega el holandés. Sólo ha gozado de 151 minutos repartidos en cinco encuentros, tiempo insuficiente para demostrar quién es el verdadero ‘The Hunter’. Si esta situación continúa así lo que queda de campaña, el ‘oranje’ podría ser el primero en hacer las maletas. Bien por decisión propia o bien por decisión del próximo presidente y director deportivo.
Con el cambio de directiva, habrá con total seguridad una buena limpia de cara a la próxima temporada. Y Huntelaar, muy a mi pesar y de todos aquellos que creen en él, podría estar dentro de la lista. Aterrizarán nuevos jugadores (seguramente galácticos) y si Raúl y el 'Pipita' son intocables y Van Nistelrooy, en principio, ya estará recuperado, las cuentas parecen claras. Alguien sobra y si Juande no apuesta por el ‘19’ blanco, podría ser una de las víctimas de la nueva directiva.
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