Esta semana Xavi hizo ante los micrófonos una reflexión sincera y a mi entender, tremendamente significativa. Le preguntaron al ‘6’ del Barça por su opinión acerca del optimismo que se había generado en Madrid, después de que el equipo recortara la diferencia a ‘tan sólo’ 10 puntos. Hernández pudo salir por la tangente, regateando al periodista, y contestar que aún es una distancia considerable. Sin embargo, optó por hurgar en la historia y espetó: “Si el Barcelona estuviera a esa distancia, los catalanes y el barcelonismo dirían que la Liga es prácticamente imposible. En cambio en Madrid, se lo creen y hablan de posible remontada. Pienso que es diferente la mentalidad de unos y otros”. Que alarde de sinceridad y qué capacidad de análisis. Xavi, culé empedernido, se fija en las virtudes del eterno rival para mejorar y aspirar algún día a ser mejor que él.
Javier Saviola, que ha jugado en ambos equipos, y sabe perfectamente lo que se ‘cuece’ en una y otra acera, reconoció un día que “en Barcelona se está más pendiente del Madrid que en Madrid del Barcelona”. Son formas diferentes de reconocer la grandeza del Real Madrid. Que después de la temporada tan convulsa que llevamos en Concha Espina, con la dimisión de un presidente, la destitución de un entrenador y tres lesiones graves (entre otras muchas cosas…) aún no se de por muerto al Real Madrid en la pelea por la Liga dice mucho de este club.
Sigo diciendo (escribo estas líneas antes de que el Madrid juegue contra el Betis y el Barça reciba al Espanyol) que la Liga aún no está decidida. Detecto algún síntoma de preocupación desde Camp Barça (no demasiado alarmante a día de hoy) y la Champions tiene mucho que decir. Si el Liverpool elimina al Madrid, estoy convencido de que los de Juande no van a perder más de 5 puntos en la Liga y si el Barça llega a la final de Roma, Guardiola tendrá que hacer rotaciones y se puede dejar varios puntos por el camino. De momento son conjeturas, pero cuando en diez días el doble dígito haya desaparecido y la distancia sea menor de diez puntos, acuérdense de este humilde periodista.
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