El próximo domingo tendremos que cruzar los dedos para que el otro eterno rival, el Atlético de Madrid, dé la sorpresa de la jornada. En las botas de los del Manzanares está que recortemos más puntos a los azulgrana, para quedarnos a cinco o a tan sólo cuatro, cifras más que accesibles tratándose del Madrid de las remontadas. Los de Juande Ramos, en principio, no deberían tener ningún tipo de problema para deshacerse del Espanyol (esperemos que Huntelaar vuelva al once inicial).
La victoria rojiblanca sí se perfila complicada pero no imposible. Es cierto que el actual Atlético de Madrid parece de todo menos un equipo, pero el Barça tampoco es el mismo Barça que el de hace unas semanas, ni el que goleó a los atléticos en el Camp Nou. Ahora está en crisis, en crisis de goles, de fútbol y de Messi. Si el colista pudo derrotarles, ¿por qué no puede hacerlo el cuadro colchonero? O al menos rascar un punto...
El Madrid por su parte, es el mejor Madrid de la temporada, al menos en Liga. Ya ha dejado atrás las polémicas, los malos resultados, la plaga de lesiones y el mal fútbol. Los blancos han cogido impulso (esperemos que la derrota de ayer no les afecte el sábado ante los de Pochettino), por lo que la remontada todavía es posible. El próximo capítulo se escribe en el Calderón. El domingo, todos rojiblancos... eso sí, sólo por un día.
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