Bueno, pues, qué risa, ¿eh?





El Madrid era un desastre, bastaba con oír teles y radios, leer la prensa. Un día se fue su entrenador. Al otro, su presidente. No valoremos los motivos, simplemente pasó. Y fichó dos jugadores para la Champions sin caer en que sólo podía inscribir uno si venía de la UEFA. Además llegó Faubert. Pero empezó a ganar y a ganar. Juande se agigantó: puso orden y parecía imposible hacerlo. El equipo recortó distancias al líder... pero llegó el Liverpool y tomó el Bernabéu. Ya está, se dijo: el Madrid empezará a perder por fin.

El Atleti era más desastre. Cada partido en casa era una bronca contra el palco. También echó al entrenador. En eso le empató al Madrid. El presidente del Atleti no puede dimitir: es el dueño. Puede vender las acciones y marcharse, pero no dimitir. Eso lo perdió cuando se convirtió en SAD. Ayer recibía al Barça, que había perdido contra el Espanyol la jornada anterior. Imposible que el Barça pierda dos partidos seguidos. Cuando se puso 2-3 esa teoría era buena. Por mal que le fuera en lo que quedaba de partido, poco, por lo menos empataría.

Sigamos, pero al revés. Ganó el Atleti. Las dudas (mismamente ante el Oporto) desaparecieron. Sigue encajando muchos goles, menudo frustre para el Barça meter tres lejos del Camp Nou y no puntuar, siquiera eso. Se levantó el Atleti, se la pegó el Barça. Que ha sumado uno de sus últimos nueve puntos, el 2-2 en campo del Betis y porque se comieron aquel penalti a Oliveira

El Madrid, en casita, confirmó que los cuatro puntos con que se acostó el sábado seguían ahí, no habían aumentado. Porque no siguió perdiendo tras recibir al Liverpool, sino que volvió a ganar. Cuatro puntos. Fueron doce. Luego siete. Son cuatro. Como dice un amigo, el Madrid no va a tener más remedio que ganar esta Liga...¿Qué risa, eh?