El auto-desprestigio blanco





Sin embargo, no hay peor derrota que la de querer solventarlo con titulares elogiando las virtudes de aquellos que nos han pasado por encima. Y no sólo exaltando la ‘pizarra’ de Benítez, la agresividad de su equipo y lo que empuja Anfield en comparación con el Bernabeu. El camino ya es tortuoso pero lo será mucho más si, apenas unas horas después de haber cedido en Europa dando una imagen deplorable, salen a la palestra rumores sobre refuerzos que llegarían directamente desde Liverpool.

Ya sabemos que es Xabi Alonso quien pone el talento, Mascherano quien saca la garra y Gerrard el corazón o ‘alma’ (como dice Zidane) de un equipo que trabaja con orden, disciplina y confianza en su estilo. Pero no por intentar mitigar nuestro dolor hay que forzar una ‘cazería’ de estrellas llegadas desde los pasillos donde el martes los nuestros mostraban sus caritas temerosas ante lo que se les venía encima. ¿Ahora los mejores del mundo son Gerrard y Xabi? ¿Acaso hemos sido los primeros en fijarnos e su calidad?

Tirando de lógica, aplastante al tiempo que dolorosa, contando con que el Liverpool acaba de dar una lección, sabiendo que suman dos finales de Champions en 5 años (además de semifinales) y entendiendo que la Premier es ahora mismo el mejor reclamo publicitario y mediático para las estrellas. ¿No es difícil que un crack consumado como Gerrard, santo y seña de los Reds, dejara todo para irse al Bernabeu? Seamos sensatos, el Madrid no sólo perdió en Liverpool y cayó eliminado, sino que su prestigio, ése que hace que los grandes jugadores quieran vestirse de blanco, siguió su caída libre.