Un jugador procedente del Portsmouth inglés que no había destacado como futbolista ni había tenido goles ni jugadas memorables. Lass llegaba al conjunto blanco con el objetivo de hacerse un hueco en el primer equipo, una misión difícil pero no imposible. Durante sus primeros partidos ya dio muestras de su calidad y pronto se le empezó a conocer como “el sucesor de Makelele”.
Su calidad y su entrega en los partidos es admirable, pocos jugadores son como él; y sino solamente basta con ver el partido de la derrota ante el Liverpool en el que Casillas y Lass fueron los únicos que salieron a por todas en Anfield. Diarrá no paró de correr, de dar pases de calidad y de estar pendiente de los mínimos errores de los ingleses para hacerse con la posesión del balón; se iba de uno y hasta de dos jugadores que le marcaban.
Lass ya no ese desconocido, ni siquiera el Diarrá II, es Lass Diarrá, un jugadorazo que ha conseguido que su nombre destaque entre todos los futbolistas del primer equipo del Real Madrid. Ahora, Lassana se ha convertido en imprescindible.
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