El tarot





Vamos a barajar… a ver qué nos sale en la primera carta. No podía ser de otra forma. Le Bateleur (El Mago) El poder absoluto, la idea que todo está en sus manos, que tiene todas las posibilidades de elección. El convencimiento. Facilidad para empezar de nuevo las veces que haga falta. Representa a un hombre con ímpetu y energía. Sin duda un ser superior que está situado frente a una mesa. Sobre la mesa se encuentran copas, monedas y espadas. Las copas que pueden ser de Europa. Las que el Real Madrid hace años que no gana. Las monedas que se necesitan y que con el desmadre que ha habido, faltan. Y  las espadas está claro que para cortar, deportivamente hablando, cabezas. Sus pies miran uno a la derecha y el otro a la izquierda, es decir: uno mira al futuro y el otro al pasado. Su cinturón divide el mundo en superior e inferior. Como él y los que ya no estarán. Que cosas tienen las cartas. 

Le Jugement (El Juicio) es la segunda carta a la que le doy la vuelta y me entran escalofríos al ver como se representa. Es la figura del arcángel San Gabriel alado. Está anunciando el Juicio Final. El destello de los rayos alcanza a toda la tierra, lo que significa, que todos tienen que rendir cuentas. La hora de diferenciar lo material de lo espiritual. Es la hora del triunfo o del cambio de camino sobre unas nuevas bases positivas. Cambio, renovación, reconciliación, aclaración de situaciones y renovación de viejos proyectos. El juicio se aplicará de una forma positiva, pero indiscriminada a todo el mundo y hará, que las personas resurjan más reforzadas y renovadas. ¡Joder con el tarot!

No sé si dejarlo ya. Sinceramente estoy más cagado que Boluda. Pero venga vamos allá. Pues no se han quedado ellos después de todo lo que han hecho. Es más, incluso algunos aún pretenden continuar. Pues yo sigo como Felipito Takatun. Después de lo anterior no creo que salgan cartas peores. La tercera es La Maison Dieu (La Torre o la Casa de Dios) viene representada por una torre tocada con una corona, que es alcanzada por un rayo. Ruptura, destrucción, problemas y replanteamiento total. Reflexión. Hay que, según la carta, eliminar todo lo que no funciona y quedarse sólo con lo sólido. Es decir con el escudo y el estadio si no lo mueven, que querer quieren.

Sólo me faltan 2 velas negras para salir corriendo. ¿Tan mal está el futuro blanco? Dicen los forófos madridistas, que no es para tanto. Pero mira ¿que si es verdad? Venga, vamos a por la cuarta. L'Étoile (La Estrella). Representa la juventud, la belleza, la suerte, el resplandor, la creatividad, los valores mentales sobre los valores afectivos o sentimentales. Es la buena conexión mental e intelectual. Nos indica que ahora es el momento de una gran claridad de ideas. ¡Toma ya! Para esto no me hacían falta tantas cartas. Eso lo sabe hasta el del tercer anfiteatro del Bernabéu. Menudo adivino que estoy echo, no te fastidia.


Las cartas, visto lo visto, no me han dicho nada nuevo. Yo lo que quiero es que me digan ¿si se presentará Florentino? Si Villalonga viene ¿a forrarse o por amor a unos colores? Los colores blancos del Real Madrid y no el morado de los billetes de 500 euros, quiero decir. Quiero que éste tarot me indique si los socios del Real Madrid ¿se atreverán a elegir a un joven como Eugenio Martínez Bravo?, que aún no sabemos que empresarios le patrocinan y protegen. ¿Lo sabremos algún día? ¿Es simplemente un ser inferior que quiere derrotar al superior? ¿Arreglarán Boluda y sus compinches el voto por correo? ¿Le ratificarán como presidente a D. Vicente? ¿Se marcharán los de su banda o se quedarán hasta cumplir su mandato? Están en su derecho, que quede claro.

Me la juego con la última carta. Corto la baraja y… ¡La Papesse! (La Papisa o La Sacerdotisa) Representa la figura de una mujer madura, pero todavía guapa. Poder anímico, espiritual y material. El libro sobre su regazo, representa los secretos y la sabiduría. Conocimiento en evolución. Alguien que posee el conocimiento pasado, presente y futuro para distribuirlo según su criterio.

¡Ya está! La Milá que viene a por los del palco, por fumarse los Habanos que se fuman, como si nada estuviera pasando. De alguna manera os tenía que llegar el castigo. ¡Caras! ¡Que sois unos caras! Deportivamente hablando. Y yo un imbécil por jugar con la cartomancia sabiendo, sin adivinar, que el deseado será el entronizado. Hay que joderse, el miedo que he pasado “pa ná”.