Al abordaje de Atenas





Respecto a lo que pueda suceder en Atenas, qué les voy a decir. Si me tuviera que jugar dinero apostaría por un triunfo en la serie de Olympiacos por 3-1. Hay que ser realistas. Los griegos, hoy por hoy, son mejores, pero no sólo mejores que el Madrid, sino superiores a la gran mayoría de los equipos de Europa. Son favoritos para ganar la Euroliga. Vuelvo a decir lo de siempre. Con dinero hasta yo sabría hacer un equipo. Que nadie se piense que los Papaloukas, Vujcic o Halperin juegan en Atenas por un kilo de garbanzos al año. Ante esto, sólo queda encomendarse a los Dioses. Con mayúsculas.

Ganar en el pabellón de La Paz y la Amistad (vaya nombrecito le han ido a dar al escenario, cuando habitualmente allí se ve de todo menos cordialidad) es complicado. Casi imposible diría yo. Las opciones del Madrid pasan por hacer un partido perfecto y que los griegos no tengan su día. Me preocupa el cansancio que acumula Felipe Reyes que, desde los JJ.OO, se ha pegado una panzada de partidos y minutos que, espero, no le haga flaquear en el tramo decisivo de la temporada. Si tuviera que apostarme un café (hoy estoy en plan apostador) por un tío de referencia para el choque de hoy, ese sería Louis Bullock. Luisete es un tipo al que le gusta aparecer en este tipo de partidos. Será el ‘Dios’ al que se agarre el Madrid para ganar, salvo que Plaza tenga que volver a tirar de zona y reviente el ataque griego. Nunca se sabe. Como diría un castizo, muchachos: suerte, valor y al toro.