El fichaje se llama David Silva





El todavía jugador del Valencia me parece un jugador total. Sería un excelente fichaje para el Real Madrid. Se mueve por cualquiera de los flancos de ataque, derecha, izquierda o centro. Un tipo cordial en el trato, nada extravagante y, sobre todo, un jugón. Cuando leo que la Juventus se lo quiere llevar por 16 millones de euros a Italia, país donde se juega al fútbol con las espinilleras por bandera porque, de no ser así, te parten las piernas, no tengo más remedio que echarme las manos a la cabeza. Debemos ser especialmente estúpidos en España para dejar marchar a un jugador como Silva. Me recordaría a lo que sucedió con Xabi Alonso, que tuvo que irse a Inglaterra porque el Real Madrid no apostó por su fichaje. Espero que no se vuelvan a repetir los errores del pasado y Silva acabe fichando por el Real Madrid.

No quería dejar pasar la ocasión de comentar uno de los temas más tontos que algunos iluminados se han empeñado en engrandecer como si nos fuera la vida en ello: la pitada al himno turco ¿Es una tremenda falta de respeto pitar el himno de Turquía en el Bernabéu? Para mí, no. En un espectáculo deportivo el objetivo es ‘acabar’ con todo lo que tenga que ver con el equipo contrario. Si es el himno, el himno, si es la camiseta, la camiseta. Siempre que no haya violencia física, aceptado. Luego nos quejamos de que nos tachan de racistas, maleducados y sinvergüenzas fuera de España pero coño, si somos nosotros mismos los que alimentamos toda esta leyenda de pacotilla. Por esa regla de tres, cada vez que un jugador es insultado, me da igual si le llaman maricón, cabrón u otro tipo de palabras mal sonantes, tendríamos que cerrar el chiringo y jugar los partidos a puerta cerrada. El fútbol es pasión y déjense, miembros de la OTAN de las ondas, de montar quilombos donde no los hay.