Yo SÍ quiero a CR7





Ahora veo y leo, tras el gol conseguido en Oporto, que el Real Madrid debe fichar a este portugués que se desenvuelve por la banda derecha. Sí, la misma que desde que Figo se marchó (le echaron, más bien, porque ya no estaba para jugar en un equipo de la grandeza del Real Madrid) ha quedado cruelmente desguarnecida y fiada al físico de Sergio Ramos que, aún intentándolo, no puede con todo el carril. Entiendo que el fútbol es un mundo de veletas y vientos que van y vuelven pero no se puede concebir que los mismos que un día te tildan de figurita, actor o invento mediático, al día siguiente quieran besar el suelo por donde pasas. Yo, al menos, no lo contemplo como algo normal. Y eso pasa, y mucho, con CR7. Un mal partido, villano. Uno bueno, Dios.

Ya lo dije hace un par de meses y me reafirmo. A este equipo, gane o no la Liga, le faltan jugadores de calidad. Exactamente lo mismo que dijo mi paisano Casillas, lo que pasa es que puesto en boca de un jugador del plantel suena más fuerte, pero es algo que cualquiera que entienda de fútbol tiene presente. Acostumbrado a estar rodeado de gente como Villa, Cesc, Iniesta, Silva, Alonso o Xavi en la selección, encontrarse con los Faubert (ya advertí cuando se le firmó que me parecía ridículo su fichaje), Drenthe, Saviola, Salgado, Cannavaro, Javi García o Gago, debe hacerte caer en una depresión que sólo el amor por el escudo puede darte fuerzas para madrugar día tras día e ir a trabajar a Valdebebas.

Con todo y, me da a mi, que a pesar de Ramón Calderón, Cristiano Ronaldo llegará al Real Madrid. Es lo mínimo que se le puede pedir al nuevo o, tal vez, no tan nuevo, ocupante de la poltrona de la casa blanca. Los aficionados de las localidades laterales del Bernabéu volverán a recibir el sudor de un extremo. Lo agradecerán. CR7 acabará con uno de los muchos males de este plantel. Eso sí, lo que se cueza en el centro del campo, por favor, que sea a base de arquitectos que de obreros, con perdón, ya estamos bastante hartos.