El único que merece una sanción ejemplar es Ángel Torres. ¿Quién es él para pedir nada contra Pepe siendo socio del Madrid? Sugeriría a todas esas asociaciones blancas que tanto se han significado últimamente, que estudien solicitar a la Comisión de Disciplina del club la baja de este señor como socio del Real Madrid. Es incomprensible que Torres tire piedras contra los futbolistas del club del que es socio siendo quien es.
Entiendo a Pepe, que no lo justifico. El partido del Madrid ante el Getafe fue realmente deplorable. Una vez más se tapó con la épica la falta de fútbol del equipo. Y así no se puede ir por la vida y menos siendo el Real Madrid. Juande ha perdido la batalla dentro del vestuario y ese orden que impuso en el campo cuando llegó se ha esfumado. El equipo se mueve con máxima vulgaridad. Balón al pie y corre tu que a mí me da la risa.
Se falla en el pase preciso al compañero y cuando se consigue no se acompaña de desmarque; no hay movimientos sin balón y la presión a la salida de la pelota cuando la tiene el contrario es un fracaso. Por eso entiendo a Pepe. Porque la impotencia de jugar en un equipo tan descosido al que su entrenador no llama al orden, debe provocar esa sensación de frustración que pagó con Casquero.
Por eso, o Juande se pone la pila y mete en cintura táctica de nuevo al equipo o ya sabe donde tiene la puerta el 30 de junio. No entiendo, por ejemplo, ese empeño en que Raúl juegue permanentemente. Raúl es un ejemplo, pero vive de los elogios de ciertos tiburones de la pluma y la saliva. Pero al hablar de fútbol, vive del gol que fabrican los demás porque, y lo que faltaría, es que en un equipo como el Real Madrid un delantero no marcara goles (de eso Saviola sabe mucho). Y él vive de eso, del equipo y no de su fútbol.
Por último, responder a Turienzo Álvarez y Rodríguez Santiago, que han dicho que jamás nadie les ha insinuado nada para beneficiar a perjudicar a un equipo u a otro. Estos dos se deben creer que somos gilipollas y que les dan las directrices por escrito. Hay que ser ‘quedos’, sólo en la insinuación va la penitencia.
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