La hora de Florentino





Y es que la palabra que describe al Real Madrid esta temporada es desilusión. Ha sido grande. El hecho de ver a un FC Barcelona con un juego tan brillante, tirar de cantera como lo está haciendo y llegar a acariciar el título de Liga con dos finales de Copa y Champions en la recta final de temporada hace daño. Por eso el madridismo está de luto. Y por eso es el momento de recuperar la identidad de un Real Madrid que, a la vista de los últimos acontecimientos, está probado que ha perdido fuerza como institución. No hay que ir muy lejos para comprobar la descoordinación interna, como cuando los delegados del Comité Olímpico Internacional visitaron el Santiago Bernabeu y no había ningún jugador de la primera plantilla por falta de comunicación interna.

Lo del aspecto deportivo es vital. Y es que hay varias asignaturas pendientes. El apostar por la cantera es tan importante como el reforzarse con hombres que den el salto cualitativo a un equipo que tiene que volver a ser competitivo en Europa, tal y como declaró varias veces uno de los capitanes. Iker Casillas para más señas. Mejorar el juego y dar la sensación de colectivo también son dos aspectos a cuidar por los nuevos inquilinos de la directiva madridista.

Es el momento de un cambio, el momento de un nuevo rumbo y el momento de que las elecciones supongan, de una vez, un punto de inflexión para que se acabe la pesadilla. Que los nuevos demuestren su capacidad de gestión, tanto deportiva como extradeportiva y que vuelvan las tardes de gloria al Santiago Bernabeu que se echan de menos. Es la hora de la llegada de Florentino Pérez.