¡Jetas a la calle!





Saben que detrás de esa camiseta hay millones de aficionados que lloran y se acuestan sin cenar cuando es manchada por una derrota más. El sábado no sólo perdió el Real Madrid, el Barça ganó una Liga tres días después de haber ganado una Copa. Y eso como decía la Bombi: duele, eso duele. Pero sólo unos pocos jugadores del Real Madrid se enteran de ese sufrimiento y agachan la cabeza. No ríen por lo menos en público. Me parece de vergüenza la actitud de Faubert y Drenthe en el banquillo del Madrigal. Magníficas son las imágenes de Cuatro que desenmascaran a éstos dos “fenómenos”. Pero ya he dicho en más de una ocasión que no tienen la culpa los pájaros, el culpable es el que les abrió la jaula. Ellos sólo hacen lo que les permiten desde los despachos. Faubert y Drenthe dirán que para lo que les queda en el convento… Ellos son sólo un triste ejemplo de lo que actualmente hay en el Real Madrid, gracias a Dios en el banquillo y eso se ve menos.

Los demás, los que jugaron, también tienen su miga. En algunos casos, si es necesario los nombro, su actitud no fue menos que la de los dos “descerebrados” citados un poco más arriba. Parecía que estaban desando terminar con el cuento de éste campeonato en el que el Real Madrid, aún siendo segundo, han pasado con más pena que gloria. Cannavaro sigue jugando, bueno estando, si Lotina le pillara por banda no volvía a vestir la camiseta del Real Madrid y si él tuviera lo que hay que tener, se entregaría como un profesional del fútbol. Como decía García: ¡Qué pena, qué pena!

Desde Defensa Central y en otros medios de comunicación, me han llamado anti madridista por señalar que esta plantilla es lo que es y que no pueden defender la camiseta del Real Madrid, por desconocimiento de su significado. Insisto una vez más que no por su calidad. Que tampoco andan muy sobrados. Más de la mitad son unos pintones y vividores. No dudo que quieran ganar y triunfar con el Real Madrid, tontos serían. Lo cierto es que no sirven. Están lejos, muy lejos de lo que debe de ser un jugador del Real Madrid. Si escucharan lo que dicen de ellos algunos ilustres veteranos, pedirían la baja sin indemnización.

Coches, trajes, fiestas, fetiches, cadenas, tatuajes, adornos, casas, relojes, zapatitos, cinturones, toda clase de marcas de alta gama y por supuesto muy caras, caprichos en la calle y en el vestuario, mala educación dentro y fuera del campo, abandono de aficionados caza autógrafos a la puerta del hotel o de Valdebebas. En resumen todo lo bueno para ellos y lo malo para los que domingo a domingo siguen pagándoles sus desganas y desaires. Algunos el sábado, como si nada hubiera pasado desde el 2-6, celebraban que la Liga se hubiera acabado para ellos. Más de tres y de cinco, encima “fardaban” de ser subcampeones de Liga. ¡Qué vergüenza!


Es verdad que estamos inmersos en una gran crisis. El fútbol también. No hay dinero y en julio menos que habrá. Sobre todo para indemnizaciones de jetas y vividores, pero el nuevo presidente que venga que se lo gaste en despidos. Es preferible perder con honor y vergüenza torera que con “profesionales” que hurtan cada domingo y a un alto precio, un pedazo del escudo del Real Madrid. Sí a los fichajes nuevos. Sí a los fenómenos como Ribery, Ronaldo o Kaka. Sí a invertir en un año lo que se deberían gastar en tres. Sí, a todo eso sí. Pero antes y cueste lo que cueste:¡JETAS A LA CALLE!