Ovni-eva y el día del monólogo





Digo mejor porque si no hubiera sido por Milikito, Onieva tampoco habría levantado al muerto. Dicen los entendidos que sin toro no hay faena, salvo que estés dispuesto a arrimarte arriesgándote a un revolcón. Onieva no tenía toro (programa electoral) ni valor (ideas cuerdas). Lo mejor que ha hecho por el Real Madrid en los últimos 20 años ha sido tirar la toalla antes de enfundarse el calzón de boxeador. Lo que todavía me presenta dudas es si en esos folios que agarraba con sudor frío el día del monólogo estaba un programa destinado a un equipo de fútbol o si había realizado un copia-pega de un discurso de Zapatero o de Rajoy. Hipotecas, meter por cojones canteranos con calzador y, desde un primer momento, transmitir dudas con el tema del aval bancario (Onieva y el dinero parecen no llevarse bien) son ideas y situaciones más propias del bombero torero que de una persona digna de dirigir el Real Madrid. De esta forma, veloz como el rayo, como si de un Ovni se tratara, el señor Ovni-eva ya tuvo su momento de gloria en los medios. Palmadita en la espalda y hasta luego.

No quería dejar pasar la ocasión de referirme a la tan manida cantera madridista. Una de las mejores del mundo. La mejor, tal vez. Sin embargo, no todos los Valdebebinos sirven para el primer equipo. Es así de claro. A todos se les llena la boca hablando de la cantera cuando, a mi modo de ver, ésta debe ser un complemento, no un modo de supervivencia. Para un Athletic, un Espanyol o un Sevilla es la vida, pero para el Madrid es, única y exclusivamente, un eslabón más de la cadena. A la cantera hay que cuidarla, sí, pero no agarrarse a ella como si fuera la única tabla de salvación de un equipo de 400 millones de presupuesto. La desesperación te hace tomar medidas y decisiones desesperadas y me temo que la idea de Ovni-eva de meter con calzador tres chavales por año en la primera plantilla fue su último chiste en el día del monólogo.