Los atropellos al Real Madrid Castilla





Real Madrid TV ofreció el domingo en directo el Tenerife B-Castilla que acabó con empate a dos. Quienes seguimos el partido nos fuimos horrorizados de lo que pudimos ver. Yo, la verdad, me quedé asustado del arbitraje de Simón del Pino, colegiado del que Schuster hubiese preguntado de dónde era. Catalán le hubieran respondido.

Pero al margen de dónde nació, que es pura anécdota, me planteé si con estos colegiados los futbolistas de cantera se forman o se deforman. Llegué a la conclusión de lo segundo, porque no se puede ser peor juez que éste señor y sus ayudantes. No es de extrañar que nuestro arbitraje sea una de las asignaturas pendientes si en categorías como la Segunda B se pueden ver a este tipo de impartidores de injusticia.

La temporada pasada los arbitrajes dejaron al Castilla fuera de los playoff de ascenso. Esta temporada apunta a ser peor: tres expulsiones en seis jornadas. Sólo he visto la de Gary ante los tinerfeños. Fue injusta. Del Pino se pasó tres bosques y dejó sentado que es muy malo. Real Madrid TV ofreció repetida la jugada media docena de veces y se vio que quizá fuera falta, pero sólo quizá. Pero este penoso colegiado, que se encontraba enfrente de la jugada a no más de tres metros, expulsó al central con 1-2 en el marcador.

Si a esto sumamos el penalti que pitó a favor del Tenerife B con 0-2 en el marcador y con el partido controlado por el filial blanco, uno duda de que sea pura casualidad todo lo que le ocurre al Castilla con los colegiados. Un centro al área que da en el brazo pegado completamente al cuerpo (entre el codo y el hombro) y semi girándose sin ver el balón. Éste lo pitó el linier por lo que uno piensan bastante peor.


No sé si el Comité de Árbitros de la RFEF revisa estas actuaciones, pero si no lo hace debería porque esto sólo provoca un ir a peor. Simón del Pino es muy malo y sus jueces de línea peores. Esa es la conclusión que saqué. Espero que los demás árbitros de Segunda B no sean como éste, porque si sólo se acercan un poco al nivel de este señor y sus linieres, nuestro fútbol está perdido.