Este año acaba la maldición





Rafa Benítez, un apasionado del deporte rey y uno de los más entendidos del mismo, está seguro de que en marzo el Madrid puede ser “imbatible”. Una afirmación quizás poco científica, pero no exenta de parte de razón tampoco. Y es que desde el comienzo de la temporada, el equipo del tan veces criticado Manuel Pellegrini va in crescendo, y es muy probable que de seguir así pueda llegar al cruce con el Lyon con un aspecto realmente fascinante, lejos de lo que pueda llegar a ofrecer el conjunto francés por otra parte.

Mismamente la semana pasada, el Olympique perdió en casa 0-1 ante el Girondins de Burdeos. Una derrota con la que el equipo del mejor entrenador y mejor jugador del momento en el fútbol francés -Blanc y Gourcuff- se consolidó en el liderato y estiró su distancia con el ex equipo de Benzema a diez puntos ya en la jornada catorce. Claude Puel cuenta con jugadores de verdad muy interesantes como Michel Bastos, Cissokho, Pjanic o Gomis, pero su cuarto puesto en la Ligue 1 es muy significativo del relevo generacional en el que está inmerso el Lyon después de la marcha de los míticos Juninho, Benzema, Diarra, Malouda o Essien. Muy lejos por tanto de esos Liverpool, Roma, Bayern de Múnich, Arsenal o Juventus que han llevado al Madrid al bombo dos del sorteo.

El fútbol no es ni mucho menos una ciencia, y en numerosas ocasiones no es ni siquiera cuestión de esa justicia de la que hablaba Platón, pero eso sí, este año a priori los cuartos de final parecen un paso asequible para el Real Madrid, por no decir casi obligatorio. Este año por fin tiene que acabar la maldición.