Me consta que la ilusión entonces era mayúscula, sin embargo apenas tres días más tarde Mosquera recibió otra noticia aún más emocionante si cabe. Fue el domingo en el vestuario del Castilla, nada más terminar el partido ante el Tenerife B, y es que Manuel Pellegrini volvía a confiar en el canterano para completar una convocatoria del primer equipo. Ya lo había hecho ante el Málaga, el Deportivo y el Xerez, y aunque no había podido debutar aún, esta vez se trataba de una convocatoria para la Liga de Campeones, y para los octavos de final nada menos.
Dicen que no hay mal que por bien no venga, pero en este caso resulta paradójico que dos magníficas noticias signifiquen a la fuerza una mala nueva. Y es que ambas convocatorias coincidían en los mismos días, con lo que era imposible compaginar ambas ilusiones. Teniendo en cuenta que la llamada de la 'Rojita' era para unos entrenamientos, se decidió que Mosquera cogiera el billete de ida y vuelta a Lyon en lugar de a Las Rozas, con lo que la Sub-21 se ha quedado sin el mediocentro madridista.
Ahora sólo falta que ya que no podrá enfundarse el chándal de la selección, al menos no sea el descarte de la convocatoria de diecinueve que confeccionó Pellegrini y pueda ponerse el chándal del Real Madrid. ¡Qué oportunidad de que debutara más ideal se perdió el pasado sábado en Jerez cuando el electrónico marcaba un 0-3 y aún quedaban más de quince minutos para el final!
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