Estilo por estilo, bien. Nombres por nombres, mal





Eso sí, como suele suceder en estas presentaciones, de entre todas las respuestas de Mourinho era complicado encontrar algunas de fútbol puro y duro. Ahora, creo que es de recalcar algunas de esas pocas pinceladas que ha ido dejando sobre cómo quiere que sea su Real Madrid: primero, que quiere a Ramos de central; segundo, que prefiere a Ronaldo como extremo; y tercero y más importante, que no cree que sea necesaria una nueva revolución en el vestuario y que no le importan los nombres de esos refuerzos, sino el tipo de futbolistas para que encajen en el modelo que quiere imprimir a su equipo. Ojo.

Por el bien del Madrid, sería bueno que los dirigentes merengues escucharan a Mourinho a la hora de confeccionar la plantilla. Y es que es básico que un entrenador tenga al tipo de jugadores que quiere para su esquema, y más en este caso, si el equipo madridista quiere encontrar de una vez un rumbo y un estilo futbolístico en lugar de ir dando bandazos de un extremo a otro como en los últimos años. Si han confiado en él, deben poner toda la carne en el asador de una vez -no como se ha hecho con Pellegrini-, e intentar construir un equipo lo más a la medida posible de lo que demanda el técnico. Si no, si se fichan jugadores por su nombre en vez de por el lugar y el rol que deben ocupar en el campo, al final se acabará teniendo que hacer encaje de bolillos con lo que eso supone, como en los últimos diez años por otra parte…