Bienvenidas las nueces silenciosas





Y es que este verano el club blanco ha hecho siete fichajes, algunos de verdad esperanzadores, y sin embargo entre todas las presentaciones juntas no han reunido a tanta gente como siquiera la de Ronaldo el año pasado. De hecho la puesta de largo de
seis de ellos fue en el Trofeo Bernabéu el pasado martes. Y eso que a pesar del poco ruido, la ilusión del madridismo sigue intacta y las nueces son incluso de mejor calidad que las del año pasado.

No sé quién habrá sido el ideólogo de rebajar la producción de euforia dentro del club, aunque intuyo que buena parte de culpa la tendrá Mourinho, que fue el primero que no quiso pasar por el escenario del Palco de Honor el día de su presentación. Pero sea como fuere, bienvenida sea esta decisión. Las multitudinarias presentaciones no es que sean malas per se, es una forma de vender el producto tan lícita como cualquier otra, pero automáticamente genera un grado de expectación en la afición que si luego no se satisface provoca una sensación de descontento mayúsculo. Personalmente, en el caso del fútbol me pasa como en el de Avatar y Origen, que me quedo con las nueces aunque sean silenciosas.