Mourinho valoriza a Pellegrini





Y es que en pleno fragor de la batalla dialéctica que se formó hace ahora tres meses en el madridismo con el debate sobre la conveniencia de echar a Pellegrini y contratar a Mourinho, se cometieron muchas injusticias. Como minusvalorar ese logro argumentando que no tenía importancia ganar a equipos de mitad de la tabla de la Liga española si no se ganaba en los partidos clave en Copa, Champions o ante el Barcelona. O que los 96 puntos no tenían mérito en una Liga sólo de dos equipos. O cosas por el estilo que no tienen ningún sentido.

Y es que cualquiera que tenga un poco de cuajo y no quiera simplemente ganar un debate de forma ventajista debería saber que lo que pasó la temporada pasada no era normal. Lo normal es que cuando un equipo está empanado durante 75 minutos y sus delanteros se han levantado con el pie izquierdo, los tres puntos no se consigan. Como sucedió en Mallorca. La temporada pasada, ya fuera por la dinámica positiva de victorias, por la configuración de la plantilla o la disposición del entrenador, lo cierto es que en la mayoría de esos partidos se ganó. Y no es cuestión de desenterrar viejas cuitas, sino de darle al césar lo que es del césar.