"El Benzema que todos queremos"

El francés silencia las críticas con hechos.





Porque al siempre exigente público del Bernabéu no solo le gustan las exquisiteces técnicas, de las que el ex del Olympique de Lyon anda especialmente sobrado, sino que quiere que sus jugadores se entreguen al máximo cuando defienden la camiseta del Real Madrid. Y, aunque duela mucha gente, Benzema, hasta hace tres meses, no estaba dando la talla. No es de recibo que un delantero centro del Real Madrid marque solo ocho goles en su primera temporada, o tan solo un gol en Liga en la primera vuelta de su segundo año en el club. Tampoco es admisible que, desde el club, se recurriera a excusas tales como la que se trata de un jugador joven, o de que necesita un tiempo de adaptación, para explicar su hasta entonces aparente fracaso en la contratación de este jugador. Se tendría que haber sido más exigente con el jugador desde antes incluso de que llegara Mourinho al club. Pero, ya fuera por proteger al jugador, o incluso al presidente por ser una apuesta personal de él, lo cierto es que el margen de paciencia que ha habido con Benzema ha sido mucho mayor que con el de otros fichajes de la entidad.

Sin embargo, parece que esta extraña política con el tímido jugador francés ha tenido sus frutos. Benzema, de dos meses a esta parte, está que se sale. Lo más curioso del caso es que decidió ponerse las pilas justo cuando el Madrid decidió fichar a Adebayor como ‘9’. Dicen que en las situaciones de adversidad es cuando se ven a los grandes jugadores, y Benzema, en estos momentos, está demostrando que es un gran jugador. Lo que antes eran dudas, ahora es confianza. Lo que antes era apatía, ahora es desparpajo. Lo que antes eran pitos, ahora son aplausos. Y, lo más importante, lo que antes eran ocasiones falladas ahora son goles que pueden valer títulos. Porque de eso, los goles, es de lo que viven los delanteros. Y Benzema, en las últimas semanas, está demostrando lo que muchos presuponían: que es un delantero grande, pero grande de verdad.