¿Miente la prensa deportiva?

"Sería de locos pensar que un club como el Madrid se fije sólo en un futbolista"





En un tramo de la temporada que se antoja decisivo para el devenir de los de Mourinho, no dejan de surgir rumores que sitúan a varios futbolistas en la órbita del club merengue. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con las informaciones fiables y las que no lo son. Y también es importante saber que la observación o seguimiento de un futbolista no implica necesariamente el interés inmediato en su fichaje.

Los aficionados al fútbol acostumbran a insinuar que la prensa deportiva miente. Se trata de una opinión respetable, pero totalmente desacertada en muchas ocasiones. Evidentemente, hay de todo en esta vida, pero la intención de la prensa deportiva no es generalmente la de engañar al lector, sino la de llamar su atención sobre los temas de más rabiosa actualidad.

Normalmente, se utilizan titulares llamativos para que el lector se interese por una determinada información. Y ése es el motivo fundamental de que dichos lectores acaben saturados por tanto supuesto interés, especialmente en el caso del Real Madrid.

En un mismo día, podemos leer decenas de informaciones que hablan sobre el interés del club en uno u otro futbolista. Sin embargo, sería de locos pretender que todos esos jugadores terminen fichando por el Real Madrid. Igual que sería de locos pensar que un club tan importante como el madridista sólo se fije en un futbolista antes de realizar la contratación oportuna.


Es la lógica del busque y compare. Si necesitas un lateral izquierdo, lo más lógico es que primero veas cuáles te gustan a simple vista, que sigas la evolución de su rendimiento, que preguntes precios y te informes sobre la posibilidad de que sus clubes accedan a aceptar una determinada oferta. Después de todo esto, llega el verdadero interés por un futbolista.

Lo mismo ocurre con los jóvenes talentos. Que el Real Madrid envíe un ojeador a seguir a Lamela o a Wijnaldum, no significa que finalmente vaya a realizar una oferta por alguno de ellos. Se trata de comprobar de primera mano que tal o cual futbolista es tan bueno como se nos pretende hacer creer, y que su futuro es realmente prometedor.

El problema es que, al final, la prensa deportiva resulta la mayor damnificada. Quedamos como mentirosos, cuando en realidad estamos informando sobre hechos fidedignos; aunque no siempre la observación de un futbolista finalice con su contratación.

Los clubes observan, la prensa informa, el lector acusa. Un proceso que probablemente se mantenga así por los siglos de los siglos.