Cuando hablo de los partidos “más importantes” me refiero, obviamente, a los dos de Champions y al de Copa del Rey. El de Liga también tiene su caché, faltaría más, pero apunta más a combate de peso pluma que de pesos pesados. Igual me equivoco y sale un partidazo de pelea, brega, fútbol y goles. Lo dudo pero nunca se sabe. Lo que sí veo más claro es que, sobre todo Mourinho, no va a destapar sus cartas en el partido liguero. Eso no implica que vaya a regalar el partido pero sí que no quiere darle pistas a su rival.
Volviendo a lo del trivote, me da la que la apuesta de Mourinho puede ir por Xabi Alonso, Lass y Khedira. Y es que el portugués sabe que el 5-0 le llegó, en gran medida, por la inferioridad de su equipo en la zona media del campo. Y no piensa repetirlo. Además, Mourinho es un entrenador que aprende. A pesar de haber ganado mucho y aunque no lo reconozca sabe donde ha metido la pata. Le pasó con el Inter el año pasado. En la liguilla previa no supo como meterle mano al Barcelona y luego se lo cargó en semifinales unos meses después. Tocó las teclas que vio desafinadas y acertó. Con suerte, bien es cierto, pero acertó. Algo parecido tratará de hacer en esta ocasión con el Madrid: blindar el centro del campo con músculo y que los tres de arriba, que ahí estará otra de las batallas para ver quiénes son los elegidos, corran como el diablo. Özil y Cristiano son fijos. La tercera plaza se la jugarán Di María, Adebayor, Benzema e Higuaín. Son todo suposiciones, cierto ¡Lo único claro es que hay tantas ganas de ver los próximos Madrid-Barcelona que el tiempo se hace eterno!
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