Es evidente que en el fútbol existen muchos factores para que tu equipo gane, y que el fundamental y primordial es jugar bien a este deporte y jugar con criterio, en este caso con el que muestre el técnico blanco, ya que no nos queda otra. Dicho esto y partiendo de la base de que el Real Madrid tiene una gran plantilla y se ha reforzado en algunas posiciones, cabe destacar que contra el Barça en los últimos años no hemos tenido mucha suerte y han influido varios factores, pequeñas menudencias, si se le quiere llamar así, pero que al final nos han perjudicado. ¡Y mucho!
La suerte es una de ellas y nos ha dado la espalda frecuentemente contra el equipo de la ciudad condal. Pero esto no deja de pasar también contra otros equipos o en otras competiciones como ha sido la Champions, hasta que pudimos romper este pasado año la mala racha que duraba la friolera de ocho años. Hay otros factores ajenos al Real Madrid que también nos han perjudicado, sin ánimo de ser victimistas ya que no nos caracteriza a los madridistas este apelativo, pero que tampoco podemos obviar y ser ajenos a estos factores: sólo me remito a la semifinal de la pasada Copa de Europa y no entraré en detalles que son ampliamente conocidos por todos nosotros.
Cierto es que si me remitiera únicamente a los errores que han cometido los demás no sería justo, de forma que, aunque duela, también hay que admitir los errores que hemos cometido para intentar rectificarlos. Desde estrategias mejorables desde un punto de vista táctico, hasta la actitud, eso sí puntual, de algunos jugadores cuando han jugado contra el Barça. No quisiera hacer referencia a ningún partido en concreto, pero durante los tres últimos años todos tenemos en mente dos o tres partidos que nos hicieron mucho daño moralmente y que muchos pensamos que quizá se pudo hacer algo más. Hay que saber levantarse y mirar hacia delante, pero también aprender de los errores.
Digo todo esto porque el Real Madrid es un equipo ganador y siempre ha sabido rectificar lo que no le ha funcionado para seguir en la primera posición del fútbol español y europeo. El Real Madrid nunca da un partido por perdido ni aunque sea amistoso. El espíritu del Real Madrid es ganador y competitivo, buscando la excelencia, cuestión esta última que no es fácil de alcanzar y que está reservada para los grandes como el Real. Por eso cuando desde otras latitudes se quiere menospreciar el título de la Supercopa (más que nada por si la pierden) me entra un poco la risa. Les sale su auténtica alma y espíritu, que no es otra que la de eternos segundones. Los grandes equipos van a por todas, sin excusas ni menosprecios y más en todas las competiciones oficiales. No dan nada por perdido, exprimen al máximo su potencial y cuando no funcionan las cosas como les gustaría, echan mano de la garra, del esfuerzo, del espíritu de superación, en definitiva ¡de bemoles!
El Real Madrid aún puede mejorar muchísimo su juego, creo que ahí estaremos la mayoría de acuerdo. Pero con un estilo propio. No podemos caer en la trampa que nos quieren poner desde hace tiempo desde el entorno culé. Ellos no inventaron el fútbol, tienen su estilo, que no es, ni debe ser el nuestro. Nosotros no tenemos que jugar como ellos. Tenemos que ganar con nuestro estilo, a ser posible con espectáculo y buen fútbol, sin renunciar al potencial electrizante que tenemos en ataque con unos contragolpes y verticalidad que son la envidia de muchos.
Por último insisto, me encantaría ganar la Supercopa. No garantiza nada de cara a una larga temporada, ya lo sé, no es ni un antes ni un después, pero a mi me cargaría las pilas y por qué no, también me pone. Así que con un par de… ¡Vamos a ganar la Supercopa!
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