El Madrid cuida de sus leyendas

El papel de Di Stéfano o la insignia a Del Bosque son dos muestras de que el Madrid cuida a los que forjaron su historia


cuandonohaya

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Di Stéfano, Del Bosque Butragueño, Amancio... Son hombres que, como Mourinho en este momento, dieron todo por el Real Madrid. Jugadores y/o entrenadores que han convertido a la entidad de Concha Espina en el mejor equipo del siglo XX y en una referencia en el mundo del deporte.

El caso de Don Alfredo es un ejemplo de como se debe tratar en una instiución como la madridista a una leyenda de este calibre. Cuando el argentino habla todos los madridistas debemos escuchar y aprender. Es un acierto que Di Stéfano sea Presidente de Honor o que acompañe (en la medida que la salud y los años se lo permitan) al entrenador o a los jugadores en diversos actos como el del otro día. Él mejor que nadie conoce el Real Madrid, lo que representa, sus aspiraciones y su manera de funcionar. 

Porque si en el dicho popular se suele argumentar que "el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla" en caso del Real Madrid repetir y honrar su historia es casi una obligación moral. Con Di Stéfano lo ha hecho y también lo hará con Del Bosque. El técnico salmantino quizá sea uno de los entrenadores menos mediáticos del mundo, pero no se puede discutir que es también uno de los mejores a la altura de Mourinho o de Guardiola. Sin hacer ruido tiene dos Copas de Europa y una Liga con el equipo de su vida y ha cumplido el sueño de ganar el Mundial con España. Con excelentes jugadores, es cierto, pero eso no es algo que deba restarle ningún mérito.

Por eso no me gusta oir cosas como que "Del Bosque no es madridista" o escuchar que "se ha vendido a los culés". Nada más lejos de la realidad. Pocas personas darían 25 años de su vida por el Real Madrid. Él lo hizo en silencio, cada mañana en la antigua Ciudad Deportiva. Viendo jugadores, educándolos e inculcándoles verdadero madridismo. Cuando le tocó coger el primer equipo lo hizo sin rechistar y cumpliendo como lo hiciera el desaparecido Luis Molowny. Después, suya fue la responsabilidad de llevar al Madrid de los Zidane, Figo, Raúl o Ronaldo a lo más alto. No le resultó fácil, su perfil bajo no le ayudó ante los medios, pero lo hizo bien. Muy bien. 


Ahora le toca defender a 'La Roja' y por ello no puede (ni debe) manifestar abiertamente sus colores para no levantar polvareda en su contra ni romper la química del grupo. Pero Del Bosque es madridista como el que más. Pondría la mano en el fuego por él sin quemarme. Don Vicente, como Don Alfredo, o como aspira a serlo Mourinho, es una leyenda del madridismo. Y el club hará muy bien en reconocérselo.

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