Los Intocables de Sandro Rosell

"Algo que sí que le debería preocupar al señor Rosell es el extraño hermetismo en el que se está sumiendo su club"





No es Joan Laporta, pero cada vez que habla hace temblar al personal. Antes del inicio de temporada fue la peculiar misiva oral hacia el Real Madrid, por todo lo que, según su punto de vista, había sufrido desde la mal denominada ‘central lechera’ madrileña. La persecución propia de la paranoia.

Aprovechando la época de campaña electoral, el presidente culé ha optado -también- por lanzar propuestas a la ligera, poco contrastadas y sin tener en cuenta la situación de los menos favorecidos. Actualmente no es viable reducir el Campeonato a 16 equipos. Eso significaría, de cualquier modo, poblar aún más las categorías inferiores, donde ya bastante tienen con lo que tienen.

La Liga ‘Adelante’ es una competición emocionante, divertida y… muy larga. Precisamente ese sistema es el que lleva a no saber a ciencia cierta qué equipos subirán (o al menos intentarán) subir de categoría. Lo mismo pasa por abajo. Eso por no hablar de la Segunda ‘B’, donde resulta un auténtico acto de heroicidad y fortuna subir de categoría (que se lo pregunten a Toril). Entonces… ¿dónde metemos a los cuatro equipos que no quiere Rosell? La problemática es muy compleja para simplemente lanzar ideas al aire.

Pepe Mel, técnico del Betis, ha sido el primero en rebotarse. Insta al Barcelona a que juegue la Copa a partido único, pero ya sabemos que eso no conviene por jugar en campos de hierba artificial y tal.


La Real Federación de Fútbol Española ha malacostumbrado al barcelonismo, que lejos de aprender del bochornoso espectáculo del intento de aplazamiento del partido de la temporada pasada en el Reyno de Navarra, aún siguen convencidos de que su palabra es la ley.

Algo que sí que le debería preocupar al señor Rosell es el extraño hermetismo en el que se está sumiendo su club. Escondidos en la cueva, aprovechan cualquier excusa para defender sus ideales. Se está pareciendo, sospechosamente, al régimen que intentó instaurar Ramón Calderón en el Real Madrid, con resultados infructuosos.

Sugiero que esté atento a la dirección de la que proviene toda esa ‘mierda’ que según ellos, reciben sin cesar. Si alguien intenta mancharles el traje de faena, embadurnarles de porquería, está muy cerquita de ellos. Aquí en Madrid, y me atrevería decir que en la mayoría de España (Valencia también ahora es enemigo público de los culés), se intenta hacer periodismo, con mejor o peor fortuna, con mejor o peor destreza, pero con una mirada global.

Pero a ellos no se les puede tocar, ese pequeño reducto del país debe ser inexpugnable. Han inventado el fútbol e intentan dominar el sistema por el que se rige. Es el uno contra todos. O el uno acaparando el todo. O vayáse usted a saber el qué…