A partir de aquí tenemos que hacer autocrítica y el primero que lo debe hacer es el entrenador, que a buen seguro ya ha empezado a hacerlo. Hay muchos errores que corregir pero eso en una breve columna es muy osado de hacer, a parte que ya se ha comentado por mis compañeros durante los días anteriores.
En lo que si me gustaría insistir más es en la defensa de Cristiano Ronaldo. Como he dicho antes un mal día lo tiene cualquiera, conste que yo estaba especialmente molesto con él y con todo el equipo el pasado sábado. Pero creo que esto se está saliendo un poco de madre.
Los principales interesados en que los madridistas empecemos a despellejar a nuestros jugadores son los de siempre, los de la culerada (Rosell dixit). Por eso creo que no hemos de caer en su trampa y enfrentarnos entre nosotros. Cristiano es un jugador excepcional, un portento físico, pero humano y ahí es donde el míster y el staff técnico deben hacer su trabajo. Empezando por rebajar su ansiedad y la de otros muchos jugadores del equipo. No nos pueden hacer creer que somos un mal equipo o un equipo mediocre. Simplemente hemos fallado. Hemos perdido una batalla pero no la guerra.
Sé que es particularmente difícil ser optimista en estos momentos ya que siento lo que todos vosotros, pero tenemos que hacer un esfuerzo y mirar hacia adelante.
Por eso tenemos que estar más unidos que nunca. Entre todos lo vamos a conseguir y siempre tendremos que recordar que todo lo que hemos logrado en nuestra historia ha sido a través de esfuerzo, superación y de levantarnos después de haber caído, al igual que nos pasó el otro día.
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