Özil debe pasar por la varita de Mou

"Mourinho le dará palos y zanahorias como hizo con Benzema en busca del estímulo que genere respuestas positivas en el alemán"


cuandonohaya

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Benzema llegó siendo un jugador apático, con poco recorrido y falta de compromiso en lo que a su labor defensiva se refería. Hay quien llegó a compararle con Anelka. Además, la alargada sombra de Wenger y el Arsenal estuvieron merodeando durante bastantes meses la figura del bueno de Karim. Sin embargo, Mourinho consiguió que se implicara más, que lo diera todo en el campo y en los entrenamientos. La calidad estaba ahí, era notoria, pero había que aunarla al trabajo colectivo y a los buenos hábitos fuera del campo. Ahora mismo, y a las pruebas me remito, Benzema es el delantero centro titular del Real Madrid. La ‘culpa’ es del propio jugador galo, cierto, pero Mourinho también tiene mérito en esta transformación, ya que lo más fácil era haberle dado la patada y regalado a precio de ganga. Por suerte, no pasó. El río sonó, pero sin agua.

Ahora le toca a Mourinho pasarle esa barita mágica recuperadora de jugadores a Özil. El alemán tiene calidad, le gusta jugar al fútbol y encima sabe asociarse. Cualidades de crack tiene, desde luego. Sin embargo, este año se le ve más flojo que el curso pasado. Hay quien me llega a decir que Özil tiene cosas de Guti porque aparece y desaparece de los partidos con la misma facilidad, que sólo aguanta a tope medio tiempo o que es capaz de hacer el pase más espectacular de la historia y estar cinco partidos después desaparecido en combate. En parte puede haber razón en esta teoría, aunque yo soy de los que piensa que Özil tiene mucho futuro por delante (para lo bueno y para lo malo) y que éste debe encauzarse en la dirección adecuada. Mourinho le dará palos y zanahorias como hizo con Benzema en busca del estímulo que genere respuestas positivas en el alemán. Ahí ya será Özil el que tenga que coger el camino bueno, el del esfuerzo y compromiso, o el malo, el de apalancarse y acomodarse. Eso sí, Mourinho ya ha demostrado que no quiere muñecos de trapo pegados a una silla. De hecho, Callejón ya le limpió la titularidad en Sevilla en el último partido de Liga. Fue el primer aviso para Özil para que no se duerma. Esto es el Real Madrid y aquí no juega el apellido, lo hacen la cabeza y las piernas. Así que a Mesut le toca convertirse en Benzema. La varita de Mourinho tiene ese reto.

 

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