Menos Kakás y más Graneros

"Lo que no es de recibo es que los andares que tiene el brasileño en el campo sean más propios de un jugador camino de la retirada de la Major League Soccer que los de un jugador que defiende la camiseta del Real Madrid"


cuandonohaya

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Y me explico. Estoy absolutamente que los once que salieron al campo el miércoles para remontar la eliminatoria ante el Bayern de Munich se dejaron la piel para que así fuese. Todos y cada uno de ellos. Pero, a la hora de hacer los cambios, se vio bien claro quienes están comprometidos con la causa y quiénes no. Me refiero a Granero y a Kaká. Mientras que el ‘Pirata’ se desfondó y le puso algo de sentido al juego en los apenas 20 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, el brasileño fue un cero a la izquierda en los 45 minutos que estuvo sobre él mismo. Pero lo peor no fue que fallara pocos o muchos pases, o que se le fuera ese control o que errara un penalti (esto último es casi lo de menos), sino su actitud sobre el campo.

Hace tiempo que Kaká se rindió en su particular batalla de intentar volver a ser el jugador que deslumbró a todos hace un lustro en el Milan. Es algo normal ya que es imposible estar y mantenerse todos los años en la élite del fútbol. Lo que no es de recibo es que los andares que tiene el brasileño en el campo sean más propios de un jugador camino de la retirada de la Major League Soccer que los de un jugador que defiende la camiseta del Real Madrid. Y no hablo sólo por su actuación ante el Bayern, ya que ante el Atlético de Madrid, en un partido en el que el equipo se jugaba la Liga, Mourinho se vio obligado a cambiarle en el descanso viendo su poco interés por defender la misma causa que sus compañeros.

No quiero crucificar únicamente a Kaká. Hay otros jugadores que a lo largo de la temporada han demostrado que su compromiso está a años luz de lo que el aficionado madridista espera de sus jugadores (Lass, Carvalho, Sahin o Altintop son otros ejemplos de que esto es así). Por lo que a la hora de planificar la próxima temporada, y toda vez que el once ideal de Mourinho está prácticamente definido a excepción de dos posiciones (son urgentes sendos refuerzos en el lateral derecho y en el pivote defensivo), habrá que pedirle al luso que tenga especial tacto a la hora de comprobar si los jugadores que vengan están verdaderamente comprometidos. Porque la broma de Kaká le ha costado al Real Madrid 65 millones de euros, y un club como éste no puede permitirse otro embuste de semejantes características…