Un adiós que debe ser inevitable

Los madridistas no deben rasgarse las vestiduras si se marcha Kaká. Su venta puede ser buena para él y para el equipo


cuandonohaya

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Agradezco a Kaká los servicios prestados. Soy el primero que tenía esperanzas en que la temporada 2011-2012 fuera su año. El hecho de que hiciera la pretemporada con sus compañeros fue alentador. Incluso algunos partidos en el primer tercio del curso han dado para pensar en un jugador más cercano al que fue gran Balón de Oro con el Milan.

Nada más lejos de la realidad. El brasileño ha vuelto a decepcionar. Ha enseñado con cuentagotas esa tremenda clase que tiene y que nunca perderá del todo, pero lo que hemos visto de Kaká en el Santiago Bernabéu dista mucho de ser su verdadera medida.

Por ello los madridistas no deben rasgarse las vestiduras si se marcha. Con el dinero de su traspaso (unos 20 millones de euros) y el ahorro que supondría no tener que pagar su ficha, pueden servir para traer un 'crack' en esa posición en la que sólo Mesut Özil parece dar garantías. Hagan sus apuestas. Al menos, soñar no cuesta dinero. Con lo que deje Kaká se podría ir a por Mario Götze, tentar a Hazard para que abandone su sueño de la ‘Premier' o ir a por David Silva, una utopía que sería ideal para el conjunto merengue.

Sea quien sea el que venga, el adiós de Kaká a cambio de uno de estos ‘ cracks' o de algún jugador que destaque en la Eurocopa debería ser un hecho. Por el bien de Ricardo, para que en otro equipo deje de pesarle la responsabilidad de lo costado y pueda dar sus últimos ‘coletazos'. y por el del Real Madrid para que el equipo de un salto de calidad necesario.


 

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