Haría bien el aficionado al baloncesto del Real Madrid en quedarse con los primeros 35 minutos del equipo. El equipo dominó todas las facetas del juego y maniató por momentos a un Barcelona que se vió desbordado por el juego del Real Madrid. El Barça sobrevivió en el choque gracias a Navarro, Lorbek o N´Dong, algo que no le será suficiente en los próximos partidos. Sé que en el deporte lo único que importa es el resultado final, pero a pesar de la derrota, el horizonte para el Real Madrid se presenta despejado.
Muchos dan por perdida la final basándose en los datos estadísticos-en las últimas 17 finales quien gana el primer partido acaba siendo campeón-pero viendo el nivel de ambos equipos ayer, resulta difícil pensar que el Madrid no va a luchar hasta el final e incluso pueda llegar a ser campeón. Costó mucho dormir tras el partido, pues perder de esa manera duele y mucho, pero el equipo tiene capacidad para levantarse y plantar cara de nuevo esta noche ante un Barça que a buen seguro estará crecido.
Es evidente, que el choque de hoy marcará defintivamente la eliminatoria; si el Real Madrid gana, pondrá el 1-1 en el marcador y volverá a recuperar el control de la serie antes de afrontar dos partidos en el Palacio con un público entregado y que llevaría al equipo en volandas. Sin embargo, si el Barcelona se impone, prácticamente el título estaría en las vitrinas azulgranas.
No hay que ser alarmistas y sí muy optimistas porque este Madrid ha demostrado condiciones de sobra para ganar en el Palau y en cualquier cancha. Sólamente hace falta que el buen juego, el talento, el saber estar y la templanza se extiendan durante los 40 minutos de partido. La experiencia hará crecer poco a poco a un equipo que apunta maneras no sólo para este año, sino para el futuro.
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