Si algo sabe hacer Mourinho es controlar los tiempos y tener al equipo siempre en el estado de forma que le conviene en cada momento. La preparación está siendo exigente y exhaustiva para afrontar con garantías un comienzo de campaña diseñado por el peor enemigo de los madridistas. Valencia, Getafe y Granada en liga y la Supercopa de España ante el Barcelona, marcarán la agenda blanca hasta el 1 de Septiembre.
La plantilla está más unida que nunca, y aunque, de momento, no ha habido refuerzos, la unión del vestuario y el hambre es tal, que no parecen necesarios los fichajes. Anímicamente el equipo está a tope, físicamente ídem y futbolísticamente sigue siendo la máquina de matar que maravilló la temporada pasada.
Mourinho cuenta con un plantel de lujo, con dos jugadores por puesto y cuyo objetivo debe ser conquistar todos los títulos. Empezando por la Supercopa ante el Barcelona. No será un trofeo que marque el resto de la temporada, pero sí es un torneo que el madridismo anhela, sobre todo por el rival que habrá enfrente, y al que se le tiene cada vez más ganas. Ganar a los culés sería un golpe de moral enorme para todos los madridistas.
Mientras tanto, en el capítulo de fichajes, la tranquilidad y la paz reina en las oficinas del Santiano Bernabéu. Mientras en Barcelona siguen a vueltas con el fichaje de un mediocentro y dejando a canteranos sin ficha en el primer equipo, el Real Madrid tiene la plantilla cerrada y hecha casi al100%. La guinda la pondría Luka Modric, pero por el momento es una guinda demasiado cara. Hasta el 31 de Agosto hay tiempo, no desesperemos.
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