Lo primero que les pido a sus majestades de Oriente es unión. Pido que todo el madridismo esté unido, empezando por la plantilla, pasando por el entrenador y la directiva, hasta llegar a la afición, para que, juntos, se pueda luchar por todo y ante todo y porque, juntos, se consiguen mejor todos los objetivos que hay alcanzar, que son muchos e ilusionantes en el 2013.
A los Reyes Magos les pido también fuerza, física y mental. La física para que desaparezcan todas esas lesiones que han afectado en la recta de final de 2012, sobre todo en la defensa, pero también fuerza mental para superar todas las adversidades que llegan desde el exterior, ya sean medios de comunicación o aquellas personas que simplemente odian sin razón al Real Madrid. Fuerza mental para no ceder ante nada ni nadie y se unan en torno al objetivo de devolver al club a lo más alto.
Pido ilusión a los Reyes Magos para que los jugadores salten al campo siempre a por todas y con la mente puesta en la victoria y en la lucha, sobre todo en la lucha, que es el gran aliado del Real Madrid para revertir la actual situación. Ilusión para Mourinho, que tiene ante sí un gran reto, más importante que cualquiera al que se ha enfrentado antes, que no es otro que la Décima. Ilusión para que Florentino Pérez siga construyendo el club más grande e ilusión para que el madridismo se levante cada día con una sonrisa por su equipo.
Y como no, también pido en mi carta, una dosis de espíritu de las remontadas que surge de la comunión entre los jugadores y la afición y que nace cuando el equipo más lo necesita. Ahora, el Real Madrid lo necesita y mucho, ya que aunque todo hace pensar que la Liga es imposible, para el sentimiento blanco, esa palabra no existe. Pero también hay que remontar en Copa, donde la afición no va a fallar, y aunque no haya que apelar a la épica, la Liga de Campeones será la cita principal en la que jugadores y afición deben ser uno en busca de la gloria.
Confío en que los Reyes Magos atiendan mi petición porque este año he intentado siempre ser bueno y porque sé que si cada empleado del Real Madrid, desde los jugadores a la directiva, pasando por la afición, reciben unión, fuerza, ilusión y una dosis del espíritu de las remontadas, el 2013 será un año inolvidable para el madridismo y la temporada habrá sido un éxito.
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