Xabi Alonso sigue siendo en este momento la pieza elemental que hace funcionar el engranaje merengue. Puede tener días mejores y peores, pero su trabajo en la medular para procurar la cohesión del equipo y facilitar la transición defensa-ataque es encomiable. Por eso, deseamos que se mantenga sano en los próximos meses porque su participación es imprescindible si el Real Madrid desea luchar con garantías por las dos 'Copas' en juego.
Pero, tan importante como el del internacional español está siendo el papel desempeñado por Sami Khedira. Un coloso en el centro del campo cuya participación y presencia crecen en cada partido. Roba, trabaja, combina y, en los últimos partidos, se está permitiendo el lujo de incorporarse al ataque con peligro.
Es el Sami Khedira que impresiona con la Alemania de Löw. Un todocampista de largo recorrido que abarca tanto territorio en el campo que resulta una verdadera bendición para sus compañeros. Su labor quizá no sea excesivamente visible para los aficionados, pero sin lugar a dudas es bien apreciada por el madridismo. No en vano, de lo que puedan aportar él y el mencionado Xabi Alonso depende en buena parte el futuro del Real Madrid.
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