En Barcelona no están contentos con la decisión de sancionar cuatro partidos a Gerard Pique. Alegan que es una expresión típica catalana, pero lo cierto es que deben de darle gracias al Juez único por castigar con lo mínimo al central culé. 12 partidos le podrían haberle caído por insultar gravemente al árbitro asistente. Una nueva muestra de 'valors' y señorío del que tanto presumen
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