El equipo rojiblanco fue incapaz de anotar en Do Dragao, única forma de levantar una eliminatoria que se había complicado excesivamente en el Calderon. Abel dejó en el banquillo a Forlán y Leo Franco fue el mejor porque evitó la derrota. El Manzanares tendrá que seguir esperando porque sus chicos siguen sin dar la talla.
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