"A rey muerto, rey puesto" reza el refranero popular. Si Robinho hacía las maletas rumbo a Manchester el lunes, en Madrid ya tenían la solución perfecta para hacer olvidar al brasileño. No se encontró nada fuera, pero el remiendo estaba en la propia casa, y se llama Sneijder.
El holandés no sólo heredará el número 10 que llevaba hasta hace unos días Robinho y que antes ya portaron Figo, Seedorf o Laudrup en el club blanco, sino que este gesto es un guiño más a la importancia que está adquiriendo Wesley en este Real Madrid. Sneijder se lesionó en la Emirates Cup este verano, y este percance convulsionó los ánimos de todos sus compañeros, que saben que el centrocampista se puede convertir en uno de los jugadores más determinantes de la Liga.
Sneijder debutó el año pasado con algunas actuaciones soberbias, como contra el Atlético o el Villarreal. Poco a poco, su rendimiento fue disminuyendo, algo entendible teniendo en cuenta lo alto que dejó el listón en sus primeros días de blanco. El peor momento para el holandés llegó a mediados de campaña, cuando se fisuró una costilla y tuvo que abandonar los terrenos de juego durante varias semanas. Sin embargo, volvió con fuerzas renovadas, y completó un final de temporada magnífico con el Madrid, edulcorado aún más con una Eurocopa brillante para Holanda.
Sólo con el refuerzo de Van der Vaart en el ataque madridista, y con las salidas de Robinho, Soldado y Baptista, Wesley Sneijder será una de las bazas capitales para Bernd Schuster esta temporada. Y llevará un número mítico en la Historia del fútbol, portado por históricos como Maradona o Pelé, a la altura de uno de los mejores jugadores del momento en Europa.
Van der Vaart podría coger el 23
La salida de Robinho no sólo ha provocado un cambio de dorsales para Sneijder, sino que también podría haber un efecto dominó, y que Van der Vaart adoptara al número 23 en su elástica. Este número lo llevó Beckham durante su estancia en Madrid, y Sneijder lo portó el año pasado de forma más que digna, aunque él en el Ajax de Amsterdam y con la oranje solía llevar el "10" a su espalda.
Pero si se queda libre, el único fichaje blanco de este verano seguro que estaría encantado de quedárselo. Van der Vaart ya lo llevó en el Hamburgo, y lo pidió expresamente en la Eurocopa de este verano, porque es uno de sus dorsales preferidos. Cuando llegó al Madrid, tuvo que resignarse y coger el 19 de Baptista, porque el 23 era de su amigo Sneijder, pero tras el primer día de septiembre han cambiado algunas cosas.
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