Cibeles espera un 'copazo' en honor al Real Madrid

Han pasado ya tres años de la última final de Copa del Rey que enfrentó a Real Madrid y Barcelona. Aquella en la que Cristiano Ronaldo marcó de cabeza un gol que valió el título. Hoy se repetirá el duelo, en idéntico lugar, pero sin el portugués como gran referente madridista. Es evidente que la baja de Cristiano es importante. Importantísima. Pero no lo es menos que el Real Madrid tiene armas de sobra para hacer que este miércoles santo termine con una gran fiesta del madridismo en la Plaza de Cibeles.

Es cierto que el Real Madrid perdió el último clásico entre ambos hace pocas fechas. No lo es menos que hubo un arbitraje parcial que desniveló el encuentro. Por suerte, hoy no pitará Undiano Mallenco, que incluso llegó a ser postulado para este partido, quién sabe si con intención de repetir maquiavélica actuación. El trencilla será Mateu Lahoz, un árbitro que el Barcelona mira con recelo por aquello de permitir el contacto fuerte y pasar por alto las simulaciones y piscinazos. Al menos eso es lo que dice su currículum hasta el día de hoy. Habrá que ver si es de los que cambia por apariencia o se mantiene en su estilo. Cualquiera sabe.

Cristiano Ronaldo al margen, muchos ojos estarán puestos en Gareth Bale. El galés se ha ido entonando con el paso de los partidos y de los meses, pero necesita un gran partido en un gran escenario para romper. Teniendo en cuenta que es posible que el mejor Bale no lo veamos hasta el próximo curso, un jugador de su potencia y velocidad puede marcar diferencias, especialmente porque en la acera de enfrente también hay bajas, especialmente en el eje defensivo.

Hasta el día de hoy, el Real Madrid es el único equipo español con posibilidades de lograr el triplete esta temporada, si a eso de las 23.15 (si no hay prórroga) sigue manteniendo ese estatus será razón más que suficiente para celebrar la Semana Santa en esa preciosa estatua que da sentido a una de las mejores zonas de todo Madrid. Ganas hay. Y al Barcelona, más.