Los jugadores disfrutaron de su paseo triunfal por las calles de Madrid, donde los aficionados ansiosos por ver a sus héroes en directo permanecieron en las calles hasta muy entrada la madrugada. El gol de Bale despertó a los madridistas que fueron al centro de Madrid a celebrarlo con su Diosa. Un DJ preparado para la ocasión fue el encargado de animar a una afición que rebosaba energía y pasión por su equipo.
La llegada de los jugadores, ese momento tan esperado fue el colofón a la 'noche mágica' de la que habló Sergio Ramos después del partido. Los cánticos madridistas se sucedieron. Desde el tradicional "¡Campeones, campeones!" al "Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí" fueron la perfecta banda sonora mientras los madridistas subieron a una pasarela que se había habilitado para ello. En ella bailaron, cantaron y disfrutaron de una afición entregada a los suyos.
Iker Casillas, capitán del Real Madrid, fue el encargado de colocar a la Cibeles el pañuelo madridista que hoy la decora a ritmo del 'We are the Champions' de Queen que sonaba en los altavoces. Después de la vuelta de honor, otra de regalo para premiar a los madridistas que saltaban cerca de la Diosa. Felicidad, alegría, satisfacción. Puro madridismo
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