"En Munich se van a quemar los árboles. Habrá 70.000 personas con nosotros y nuestro estadio parece un infierno y vamos a darles un baño caliente. Cuando me levanté de mi asiento después del 1-0 no ví a los madridistas contentos", espetó el actual director gerente del conjunto bávaro en unas declaraciones que contrastan con el espíritu crítico que mostró Beckenbauer.
Rummenigge fue más allá y no dudó en consolar a su equipo tras la derrota."Perder nunca es positivo, pero ayuda a reaccionar. No estéis tristes". Unas palabras que suenan a consuelo más que a otra cosa. Que tenga cuidado esta leyenda del conjunto bávaro,pues el Madrid está acostumbrado a los infiernos y el talento de Cristiano, Bale, Benzema y compañía puedes hacerles sufrir el peor de los inviernos. Bayern, se acerca el invierno.
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