Durante la temporada pasada, el Real Madrid se caracterizó porque no tenía un sistema de juego único e inamovible. Ancelotti apostaba por la variedad en función del partido que tuviera ante sí o de la disponibilidad de jugadores que tuviera en ese mismo momento y no dudaba en cambiar el esquema del equipo, demostrando que no está sujeto a una sola opción.
La apuesta principal de Ancelotti era el 4-3-3, eso es así, ya que es la que más le gusta, aunque en más de una ocasión jugó con el 4-4-2, como en la final de la Copa del Rey o el partido ante el Bayern en Múnich en la semifinal de la Liga de Campeones. De hecho, también llegó a jugar en algún partido con un 4-2-3-1 e, incluso, podía variar los sistemas durante un mismo encuentro.
Con la llegada al Real Madrid de Kroos y James Rodríguez, Ancelotti podrá dar más juego a su riqueza táctica. Y es que el italiano es un hombre que ha demostrado tener una amplia libreta en la que cabe casi cualquier sistema, siempre que sea en busca de la victoria y la excelencia.
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