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El verano de 2013 fue bastante movido para Di María con los rumores sobre su salida y con el fichaje de Gareth Bale, situaciones que algunos dijeron que le habían dejado con un papel de secundario en la plantilla. Es la misma situación que ahora tendría Isco, para esas mismas voces que ya señalaron al argentino hace un año, y que ahora señalan al malagueño.
Sin embargo, con el paso de los meses y de los partidos, Di María se convirtió en imprescindible para Carlo Ancelotti y para el Real Madrid, marcando en la final de la Copa del Rey y siendo el mejor jugador de la final de la Liga de Campeones. Ese es el espejo en el que tiene que mirarse Isco para demostrarle a los que dudad que es capaz de jugar y ser vital en el club blanco.
No hay que olvidar, además, que Isco fue el jugador que más partidos disputó el año pasado, por lo que la confianza de Ancelotti está ahí. Con los fichajes de Kroos y James Rodríguez, parece que el de Arroyo de la Miel puede quedarse rezagado en el banquillo, pero si es capaz de sacar su calidad y demostrar su trabajo, igual acaba siendo el mejor de la final de la próxima Liga de Campeones.
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