El argentino revolucionó de manera definitiva el juego del Real Madrid, un tanto opaco hasta su entrada. Se pegó a la banda izquierda, encaró sin descanso, le hizo un ‘ovillo' a Juanfran en varias ocasiones, y llegó con peligro a línea de fondo. Su electricidad encendió al Santiago Bernabéu.
En la memoria del madridista se han quedado para siempre los grandes partidos realizados en la final de la Copa del Rey y en Lisboa. El ‘Fideo' marcó ante el Barcelona y fue fundamental en Lisboa. Aquella espectacular internada por la izquierda que terminó en disparo rechazado por Courtois, precedió al gol de Gareth Bale.
Todavía restan 11 días para el final del período de fichajes, tiempo más que suficiente para que sucedan muchas cosas. En la cabeza de Di María sigue una sola idea: marcharse del Real Madrid. Quizás el espectacular apoyo de la grada del Bernabéu le haga cambiar de parecer. Ojalá y así sea...
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