El colegiado catalán masacró al Real Madrid con decisiones que fueron minando la moral madridista. Permitió el juego duro atlético y no sancionó las constantes pérdidas de tiempo del conjunto rojiblanco. Estrada se vio dominado de principio a fin por los caprichos de los jugadores y entrenador rojiblanco.
La gota que colmó el vaso fue el penalti no señalado por manos de Mario Suárez. Carvajal recortó dentro del área, disparó con la zurda, y Suárez, a modo de portero, sacó la mano izquierda impidiendo que el balón cogiera portería. Estrada se hizo el ‘loco' pese a las airadas protestas de los jugadores blancos. Lo dicho, primer encuentro oficial en suelo nacional y primer #RoboAlMadrid
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