El Real Madrid ha visto como en apenas unas semanas le han ‘descompuesto' su medular. Esta temporada no contará ya con dos de sus piezas claves del pasado curso, y ahora, para colmo ha perdido a un efectivo más por lesión. Sami Khedira ha caído lesionado y a Ancelotti no le va a quedar más remedio que tirar de Illarramendi.
Y, a priori, no debería existir mayor problema. El vasco demostró la pasada campaña que sí sabe jugar, y de lo lindo, cuando lo hace como mediocentro defensivo. Con espacio para jugar, para iniciar el juego desde atrás, Illarramendi es uno de esos mediocentros inteligentes y tácticamente muy útiles que todo entrenador necesita.
Precisamente, la peor versión de Illarramendi se vio la pasada campaña, al lado de su ‘maestro' Xabi Alonso'. A Asier no le gusta jugar de interior-es lento en distancias reducidas y su campo de visión no es tan amplio-. Ahora, se le han abierto todas las puertas para asentarse en el ‘11'. Debe dar un paso adelante. Ancelotti y el madridismo confían plenamente en él.
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