El Real Madrid perdió su turno y al final le 'mataron'

El equipo de Ancelotti cayó ante el Atlético en el derbi después de haber perdonado en la primera mitad (1-2).





Cristiano Ronaldo celebra un gol al Atlético de Madrid

Después de la derrota de Anoeta, dilatada en el tiempo a causa de los partidos de las selecciones, el Real Madrid recibía al Atlético de Madrid con la necesidad de ganar. El Barcelona había ganado al Athletic, por lo que Ancelotti y los suyos afrontaban el derbi con ese deseo de ganar. A nivel de alineación, Ancelotti sorprendió poco. Arbeloa entró por el lesionado Carvajal y poco más. El resto lo esperado.

El arranque del partido fue un poco más del guión nuestro de cada día cada vez que se enfrentan estos dos equipos. El Real Madrid dominaba la pelota, tenía el control. El Atlético esperaba atrás y esperaba que le `cayera’ algo de lo suyo, es decir, algún contragolpe o alguna acción a balón parado. Precisamente fue en un saque de esquina, mal endémico que acecha al Real Madrid de forma especial esta temporada, como el Atlético se adelantaba en el marcador. Tiago remataba en el primer palo el córner a la red de Casillas. Un gol que le pasó factura al portero merengue, que en los minutos posteriores al tanto, recibió pitos por parte del Bernabéu. La personificación en Iker de la responsabilidad era un serio aviso de lo poco que le gustaba a la gente la facilidad con la que le rematan al Real Madrid las jugadas a balón parado.

A pesar de lo contrario del marcador se puede decir que el gol le vino ‘bien’ al Real Madrid. Los blancos sacaron su mejor juego de lo que llevamos de temporada, y con un Cristiano Ronaldo especialmente activo empezó a acular en tablas a su oponente. Moyá le hacía un paradón a Bale tras un lanzamiento de falta del galés. Jugada que fue el preludio del empate. Cristiano Ronaldo partió desde la banda derecha, encaró a Siqueira, y el lateral le derribó claramente dentro del área. No había dudas, era penalti. La pena máxima la lanzó Cristiano Ronaldo a su lado de seguridad, a la mano derecha del portero. No falló. El marcador volvía a igualarse.


Ficha técnica

Real Madrid 1: Casillas, Arbeloa (Varane 76’), Pepe, Ramos, Coentrao, Modric, Kroos, James, Bale (Isco 70’), Cristiano y Benzema (Chicharito 63’)

Atlético de Madrid 2: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Tiago, Gabi (Arda 60’); Koke, Raúl García, Raúl Jimenez (Griezmann 63’) y Mandzukic (Mario 76’)

Goles: 0-1 Tiago (10’), 1-1 Cristiano Ronaldo (24’), 1-2 Arda (76’)

Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a James, Godín, Siqueira, Mandzukic, Gabi, Arbeloa, Chicharito, Modric, Miranda, Mario, Koke

Estadio: Santiago Bernabéu (80.000 espectadores)

A partir de aquí, el Atlético se vio acorralado por el equipo de Ancelotti. Los blancos subieron su intensidad a la hora de robar el balón, lo que les permitió generar peligro desde más arriba. Además, la movilidad de James, Bale, Cristiano y Benzema llegó a desconcertar al Atlético. Los rojiblancos no tenían piernas para frenar la velocidad del equipo blanco y sólo Moyá volvía a impedir el gol madridista con una gran parada a remate de cabeza de Benzema. El descanso llegó como agua de mayo para los visitantes y con la sensación para el Real Madrid de haber dejado con demasiada vida a su rival.

A toro pasado seguramente es fácil hablar, pero lo cierto es que el Real Madrid tuvo casi muerto a su rival durante el segundo tramo del primer acto y el no aprovecharlo hizo que la segunda parte fuera más del estilo que le gusta al Atlético. Se jugaba menos, ya no había carreras por el campo, todo estaba más asentado, no había lugar para el talento y sí para el músculo. Todo eso sólo podía indicar una cosa, que el partido ya no estaba donde lo había dejado el Real Madrid a la finalización del primer acto.

El tiempo pasaba y el partido también. Es decir, no había nada reseñable ni por uno ni por otro lado. Mala señal, desde luego. Y peor sería cuando en una de las pocas llegadas del Atlético al área del Real Madrid llegaría el 1-2. Arda remataba abajo y adelantaba a los visitantes. Fue el golpe definitivo. Ancelotti y los suyos lo intentaron pero ya no pudieron nivelar la contienda. El Madrid perdonó cuando el partido fue suyo y, al final, le mataron.