El Liverpool retorna a la Copa de Europa cinco años después y con la mente puesta en igualar la gesta de 2005 en Estambul, en la que los ingleses levantaron la ‘orejona’ tras remontar un 3-0 al Milan. Su papel no es el de favoritos, pero debe pasar de ronda con relativa comodidad.
Enfrente, los nonatos del Ludogorets, que consiguieron el acceso a la fase de grupos después de la actuación histórica de su central, Cosmin Moti, teniendo que ponerse bajo palos, parar dos penaltis y anotar uno en la tanda fatídica de desempate.
Sin Luis Suárez, pero con Mario Balotelli, los de la ciudad de los Beatles deben ganar, con suficiencia o no, ya que todo lo que sea ceder un punto es una gran sorpresa y una enorme satisfacción para la escuadra búlgara. Tras el dudoso inicio en la Premier, todos los ojos estarán puestos sobre Brendan Rogers y sus pupilos.
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