El balón salió de la bota derecha de Álvaro Arbeloa y lo siguiente que ocurrió fue un espectacular salto en suspensión y un golazo de Cristiano Ronaldo. Fue la manera en la que se abrió el marcador en Riazor y la forma en la que el crack mundial demostró su capacidad de salto, junto a un giro de cuello perfecto.
En esa acción Cristiano se elevó hasta los 2,6 metros, superando con claridad al poderoso Sidnei, para darle una potencia al remate con un movimiento de cabeza sublime y que sorprendió a German Lux, que nada pudo hacer para evitar el gol.
Muchos nos acordamos de Santillana, Iván Zamorano o Fernando Morientes, pero la capacidad atlética y de salto del portugués no tiene parangón. Su coordinación es de 10 y no es la primera vez que azota a la defensa y portero rival con un cabezazo de este tipo, que lo sube a los altares de los mejores rematadores de cabeza.
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