James Rodríguez tiene muchas ganas de que llegue el encuentro de mañana ante el Ludogorets para volver a escuchar el himno de la Champions y volver a sentir las sensaciones de jugar en la máxima competición continental, de la cual el Madrid es el actual campeón.
Después de un año en el Mónaco en el que no pudo disfrutar de competición europea, su fichaje por el Real Madrid le abrió la puerta al regreso y lo hizo anotando en la primera jornada ante el Basilea. El deseo de la Champions le pegó fuerte de nuevo y está muy motivado para salir a jugar ante los búlgaros.
Previamente al Mónaco, el colombiano sí disfrutó de la Liga de Campeones con el club predecesor al monegasco, el Oporto, con el que James logró anotar su primer gol en la competición. Ahora, aspira a lo máximo en lo colectivo e individual y ve en este torneo algo muy especial para jugarlo.
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