El Real Madrid llegaba a Anfield Road para enfrentarse al Liverpool con un balance de seis victorias en los últimos seis partidos de competición continental que había disputado, cinco de ellos en la Liga de Campeones y uno en la Supercopa de Europa. Además, su media de goles alcanzaba los tres goles por encuentro.
Un total de 18 goles había marcado el Real Madrid en sus últimos seis partidos continentales y sólo había recibido tres, es decir, medio por partido. Solo Atlético de Madrid, Basilea y Ludogorets habían marcado al conjunto blanco en Europa en los últimos meses, mientras que Bayern, en dos ocasiones, y Sevilla, se quedaron con las ganas.
Y es que el Real Madrid no se encontraba con un resultado que no fuera la victoria en Europa desde que perdiese en su visita al Borussia Dortmund en los cuartos de final de la Liga de Campeones de la pasada campaña. Aunque eso sí, ese resultado no evitó que los blanco se metieran en semifinales y después se proclamasen campeones de Europa.
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